En Chile, la reconstrucción mamaria está incorporada en la canasta de prestaciones Auge-Ges. Sin embargo, no cuenta con un plazo determinado para su resolución, por lo que en la práctica, muchas mujeres no acceden a una reconstrucción después de sufrir una mastectomía total.
Junto a un grupo de destacados y destacadas especialistas médicos, la Fundación Observatorio del Cáncer promueve la creación del Primer Registro público y actualizado para Pacientes en Espera de una Cirugía de Reconstrucción Mamaria.
En la actualidad, no existen datos certeros respecto de la cantidad de mujeres que esperan una cirugía de reconstrucción.
Creemos firmemente que para avanzar y lograr que todas las pacientes tengan acceso a la reconstrucción de sus mamas, sin importar el sistema de salud al que pertenecen, necesitamos de la colaboración de todos los sectores: público, privado y sobre todo de nuestra ciudadanía.
Si sufriste una mastectomía total, envíanos tus datos para elaborar el Primer Registro público y actualizado para pacientes en espera de una cirugía de reconstrucción mamaria.
Nos comprometemos a recabar estos datos de manera seria y sin afectar tu privacidad, con la finalidad de entregarlos a las autoridades y a todos los líderes de opinión para lograr que la reconstrucción mamaria sea una realidad en Chile.
Conscientes de la importancia de visibilizar esta problemática y promover la implementación de un sistema transparente que permita identificar estas cifras en el país, como Observatorio constituimos un Comité Técnico Asesor, compuesto por profesionales de la salud con experiencia en la materia.
Marta Prieto
Matrona, Magíster en Salud Pública. Fue encargada de Cáncer de Cuello Uterino y Mama en el Ministerio de Salud.
María Eugenia Bravo
Presidenta de la Sociedad Chilena de Mastología y directora de la Corporación Yo Mujer.
Mauricio Ibáñez
Especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética.
Gladys Ibáñez
Jefa Unidad Patología Mamaria Hospital San José, Servicio de Salud Metropolitano Norte. Cirujana oncóloga mamaria.
Erna Navarrete
Terapeuta Ocupacional. Experta en rehabilitación oncológica.
Erika Soto
Matrona Hospital de Chillán.
María Verónica Robert
Psico oncóloga Clínica MEDS.
Hacer un catastro y levantamiento de información – hoy no disponible – respecto de las pacientes que se encuentran a la espera de reconstrucción mamaria indicada por médico tratante, habiendo cumplido requisitos para la misma.
Establecer las brechas en el proceso terapéutico de cáncer de mama y su dimensión a lo largo del territorio nacional.
Aportar información y datos para el análisis, discusión y toma de decisiones por parte de la autoridad sanitaria de Chile.
Una de las situaciones más difíciles que puede enfrentar una mujer es la extirpación de una de sus mamas, o en algunos casos de ambas, producto de un cáncer. La mastectomía es una de las intervenciones médicas más utilizadas para prevenir y tratar el cáncer de mama. Parte del tratamiento incorpora la reconstrucción de la mama, ya sea en el mismo momento en que se realiza la mastectomía o de manera diferida.
La realización de una mastectomía total tras el diagnóstico de cáncer de mama supone una gran conmoción emocional no solo por el padecimiento de la enfermedad, sino por la pérdida de un órgano tan importante para las mujeres. La posibilidad de la reconstrucción es un paso fundamental en la recuperación, ayudando a restaurar la autoimagen corporal, el equilibrio psicológico y emocional de la persona.
En definitiva, este proceso permite que mujeres que han tenido un cáncer, puedan cerrar el círculo de la recuperación, devolviéndoles su imagen corporal con la que pueden retomar sus actividades cotidianas.
Corresponde a una serie de procedimientos quirúrgicos que intentan replicar la mama extirpada después de una mastectomía total.
La reconstrucción puede ser inmediata a la cirugía de resección glandular o bien diferida.
Con la reconstrucción mamaria se puede recuperar una silueta similar a la que tenías antes de la mastectomía. Sin embargo no recreará el aspecto y sensibilidad exactos de tus mamas naturales.
Desde el punto de vista médico, casi todas las mujeres mastectomizadas pueden considerarse candidatas para reconstruirse la mama.
Cuando la mama se reconstruye a la vez que se realiza la mastectomía (técnica denominada reconstrucción inmediata), la paciente se despierta de la intervención con un contorno mamario adecuado, evitando la experiencia de verse con la mama amputada; el beneficio psicológico de esta técnica es claro.
En algunos casos, sin embargo, la reconstrucción puede o debe posponerse (técnica denominada reconstrucción diferida).
Debido a condiciones oncológicas o de salud de la paciente, algunas mujeres no se sienten cómodas hablando de la reconstrucción mientras intentan adaptarse al hecho de haber sido diagnosticadas de un cáncer de mama. Otras, simplemente no desean más intervenciones que las estrictamente necesarias para curar la enfermedad.
En cualquier caso, lo importante es disponer de una información lo más completa y clara sobre las posibilidades de reconstrucción antes de ser intervenida, para enfrentarse a la operación de forma más certera y positiva.
Entre los requisitos que debes cumplir para someterte a una reconstrucción mamaria se encuentran:
Desde 2005, el cáncer de mama se incorpora al sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), que garantiza a toda la población susceptible a acceso, oportunidad, cobertura financiera y calidad de la atención integral. Sin embargo, recién en el año 2010, se incorpora, dentro de la tabla de protección financiera del cáncer de mama, la intervención quirúrgica con reconstrucción mamaria inmediata o diferida.
Si bien, se incluye la garantía de protección financiera para diversos tipos de reconstrucción, la garantía de oportunidad del tratamiento, donde se debiera incluir tanto la mastectomía como la reconstrucción de la o las mamas, tiene solo fecha de inicio, dentro de 30 días desde la etapificación, pero no tiene fecha límite en que todo el tratamiento debe estar concluido.
Esta situación puede hacer que la cirugía reconstructiva se lleve a cabo mucho tiempo después de realizada la mastectomía, incluido plazos superiores a los recomendados por la Guía Clínica del Ministerio de Salud.
Es necesario que las pacientes se informen que, al tratarse de una garantía de salud GES, tanto las Isapres como Fonasa, deben asegurar su otorgamiento. En caso contrario, se puede reclamar, primero, ante dichos organismos y, luego, en la Superintendencia en caso de disconformidad con la respuesta recibida.
*La reconstrucción de areola-pezón y la simetrización no están incluidas en el GES.
Con el aporte de
A continuación, te presentamos historias de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y que accedieron a una reconstrucción. Conoce su experiencia:
Camila Montecinos Araneda (30)
Camila tiene 30 años, tiene una hija y es egresada de Medicina Veterinaria. Fue diagnosticada con cáncer de mama en 2019. Se sometió a una mastectomía total en abril de 2020. En octubre de 2023, inició su proceso de reconstrucción con la primera operación de expansor.
Julia Pastenes Antinao (49)
Julia tiene 49 años y hace 12 le detectaron cáncer de mama. Ella fue mastectomizada total de ambas mamas y nos cuenta en este video lo importante que es la reconstrucción para las mujeres como ella.
Johanna Stubing (41)
Johanna fue diagnosticada con cáncer de mama a sus 28 años y tuvo que ser sometida a una mastectomía total de su mama derecha. Su previsión de salud encontró que la reconstrucción mamaria era de característica “estética”, por lo que no le iban a cubrir los gastos del procedimiento. Ella nos cuenta lo importante que fue la reconstrucción para ella, y cómo esta cirugía no tiene ninguna connotación estética.
Encuentra aquí respuestas a las dudas más frecuentes que pueden surgir al momento de decidir por una reconstrucción mamaria o durante este proceso.
Gran parte de las mujeres puede realizarse una reconstrucción de manera inmediata, es decir durante la misma cirugía en que se realiza la mastectomía.
Sin embargo, existen casos donde la reconstrucción puede o debe posponerse (reconstrucción diferida).
En cualquiera de los casos, lo importante es disponer de la mayor información posible y clara sobre todas las posibilidades de reconstrucción antes de ser intervenida, para enfrentarse a la operación de forma más positiva.
La reconstrucción mamaria puede realizarse de dos formas distintas: utilizando prótesis o utilizando tejidos de la paciente. En los últimos años se ha perfeccionado un nuevo método de reconstrucción mamaria basado en microcirugía: es la reconstrucción mediante «colgajo libre» y también se han perfeccionado técnicas mínimamente invasivas.
La elección de cada técnica o combinación de ellas depende de diversos elementos que debe evaluar el especialista, como la edad, enfermedades asociadas, cirugías previas, tabaquismo, características físicas de la paciente y la mama. También se debe tomar en cuenta la etapa de la enfermedad y si son necesarios tratamientos complementarios como quimioterapia o radioterapia.
Es importante que el cirujano converse con la paciente sobre todas las opciones de reconstrucción y elegir en conjunto la mejor para cada mujer.
– NO ser fumadora.
– Idealmente NO tener sobrepeso y MENOS obesidad.
– No tener enfermedades adicionales que estén descompensadas (ejemplo, diabetes, hipertensión, etc).
– Tener una edad fisiológica, es decir, una edad desde el punto de vista de la actividad de las pacientes, que sea adecuada a una intervención larga y con un cuidado postoperatorio importante.
Si no ha reconstruido sus mamas de forma inmediata, desde el final de la quimioterapia es aconsejable esperar 3 meses para que las propiedades de la piel vuelvan a su estado original. Si ha recibido radioterapia, es aconsejable esperar 6 meses.
Prácticamente toda mujer que ha sido mastectomizada puede someterse a una reconstrucción mamaria. No obstante, pueden existir ciertos riesgos que deben ser conocidos antes de someterse a esta intervención. Estos riesgos serían los propios de cualquier cirugía, como hematomas, cicatrices patológicas o problemas anestésicos que, siendo poco probables, siempre cabe una mínima posibilidad. Así mismo, las mujeres fumadoras deben saber, que el tabaco puede ocasionar problemas de cicatrización y tener un periodo de recuperación más prolongado.
Si en la reconstrucción se emplean implantes, existe una mínima posibilidad de que se infecte, normalmente en la primera o en la segunda semana tras la intervención. En algunos de estos casos, puede ser preciso retirar temporalmente el implante, pudiendo colocarse de nuevo más adelante. El problema más común relacionado con los implantes es la contractura capsular, consistente en la formación por el organismo de una cápsula cicatricial interna alrededor del implante que puede hacer que la mama reconstruida tenga una consistencia más dura de lo normal; esto no es más que una respuesta fisiológica exagerada del organismo a un cuerpo que no reconoce como propio.
Existen varios métodos para combatirla, desde los masajes sobre la mama a su eliminación mediante cirugía.
Debe quedar claro que la reconstrucción no tiene efecto en la recurrencia de la enfermedad de la mama, ni interfiere con el tratamiento de quimioterapia o radioterapia, aunque la enfermedad recidive. Tampoco interfiere con los estudios posteriores que puedan ser necesarios en las revisiones.
Si su mama ha sido reconstruida mediante implantes y su cirujano le recomienda la realización de mamografías de control periódicas, deberá hacérselas en un centro radiológico con experiencia en el uso de técnicas radiológicas para prótesis.
En líneas generales no existen contraindicaciones absolutas para realizar una reconstrucción, y elementos como la edad, comorbilidades como la diabetes, tabaco, hipertensión, etapa de la enfermedad, deben ser evaluadas por el especialista y estabilizadas previo a planificar un procedimiento de reconstrucción mamaria.
Sin duda, en todo el proceso desde la mastectomía hasta el final del proceso reconstructivo es fundamental el apoyo psicológico y familiar. Se debe ayudar a entender y sobrellevar el duelo de la mastectomía, del diagnóstico de la enfermedad, las expectativas de la paciente y lo que enfrentará en cada etapa del tratamiento.
Marcela Flores Santander (51)
Marcela es de Antofagasta y fue sometida a una mastectomía total de su mama derecha hace 3 años. Cumple con los requisitos para reconstruirse, pero sigue esperando este procedimiento. En Chile, no existe un registro que estime cuántas otras mujeres están en lista de espera.
Jessica Matamala (41)
Jessica tiene 41 años y es de la Región del Biobío. Tras ser diagnosticada de Cáncer de mama, fue sometida a una mastectomía total de su mama izquierda el 2019. Ella, como muchas otras mujeres, sigue a la espera de su reconstrucción
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