Julio, mes del cerebro y del cáncer de cabeza y cuello

Cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, gracias a la Federación Mundial de Neurología (WFN), que tomó la iniciativa de darle importancia a la salud cerebral y concientizar a la sociedad sobre cómo prevenir y cuidar el cerebro.

Este día también se realiza campañas para que la sociedad esté al tanto de las enfermedades cerebrales, de los cuales muchos de ellos se pueden evitar o se pueden tratar con tratamientos y diagnósticos.

Además, en este mes no solo se conmemora el día mundial del cerebro, sino que también se solemniza el día internacional del cáncer de cabeza y cuello el 27 de julio. Este corresponde a la denominación entregada a los tipos de cánceres que afectan esta zona del cuerpo y se presenta mediante tumores que aparecen en la boca, la laringe y/o faringe.

Entre ellos se encuentran el cáncer a la cavidad oral (labios y lengua), laringe, hipolaringe y orofaringe (amígdalas, paladar blando y base de la lengua), tiroides, garganta, boca y piel de la zona.

Las causas más comunes que lo producen son el tabaquismo, el consumo de alcohol, y el virus del VPH.

En Chile se estiman entre 400 y 500 decesos anuales, lo que corresponde a que 2 de cada 100 mil habitantes desarrollarán un tumor en esta zona.

 

¿Cuáles son las señales del cáncer de cabeza y cuello?

Si bien los cánceres de cabeza y cuello no son de los más conocidos, estos suelen tener su origen en las células escamosas que recubren las superficies de la mucosa de la cabeza y el cuello.

Entre los principales síntomas que hay que considerar estar alerta según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, se encuentran los siguientes:

  • Un bulto en el cuello
  • Una llaga en la boca o en la garganta que genera dolor
  • Dificultad para comer alimentos
  • Dolor de garganta
  • Cambio o ronquera en la voz

A continuación, te enseñamos algunas señales que debes tener en cuenta para reconocer pronta y tempranamente la posibilidad de desarrollar cánceres de cuello y cabeza.

Cavidad oral: se puede desarrollar una mancha roja o blanca en la encía, la lengua o la mucosa de la boca. Además, se puede llegar a evidenciar un bulto o un tipo de inflamación en el maxilar, así como también sangrado o dolor poco común en la boca.

Garganta y laringe: dolor al tragar, dificultad para respirar o hablar, dolor o zumbido en los oídos y dificultad para oír.

Senos paranasales y cavidad nasal: en los senos paranasales se puede presentar congestión, infección crónica y sangrado en la nariz. Además, dentro de l os síntomas también destacan el dolor de cabeza, dolor en los dientes superiores e inflamación u otros problemas en los ojos.

Glándulas salivales: hinchazón debajo del mentón o alrededor del maxilar, adormecimiento o parálisis de los músculos de la cara, además de dolor en el mentón o en el cuello.

 

Virus del Papiloma Humano (VPH): un factor importante y peligroso

El Virus del Papiloma Humano (o VPH) se ha posicionado como uno de los factores más importantes en el desarrollo de cánceres de cabeza y cuello, específicamente en el cáncer de orofaringe.

Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales.

Aunque la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas, en algunos casos el virus persiste y puede causar cambios anormales en las células de la garganta y la boca.

Se debe prestar atención a una lesión que tiende a persistir más de una semana o 10 días sin sanar, sobre todo si existen antecedentes de riesgo (como fumar, por ejemplo).

La conciencia y la educación son clave para prevenir y detectar tempranamente el cáncer de orofaringe, así como también los otros cánceres que pueden desarrollarse gracias al virus del papiloma humano.

 

En este mes del cerebro, cuídalo a través de estilos de vida saludables y teniendo conciencia con este órgano tan importante. Comer sano y desarrollar actividades cognitivas que lo mantengan funcionando, disminuyen la posibilidad de complicaciones de tipo cerebral.

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