En este mes de la mujer, como Observatorio del Cáncer, queremos detenernos a analizar la preocupante disparidad y brechas de género que enfrentan las mujeres en sus diversas vivencias con el cáncer, como los casos de diagnósticos tardíos.
Esta brecha de género no solo impacta el tratamiento efectivo, sino que también plantea cuestionamientos sobre los sistemas de atención médica y la conciencia pública.
La brecha de género en el cáncer destaca la importancia de concientizar sobre la necesidad de un acceso equitativo a la atención médica, garantizando que todas las mujeres tengan la oportunidad de recibir diagnósticos tempranos y tratamientos adecuados.
El estudio de The Lancet, Mujer, poder y cáncer, publicado en septiembre del 2023, demuestra cifras durísimas en relación a esto.
Al menos 1,5 millones de muertes de mujeres podrían evitarse mediante estrategias de prevención primaria o detección precoz, y otras 800.000 si todas las mujeres tuvieran acceso a una atención óptima para el cáncer.
Es decir, se podría evitar la muerte de 2,3 millones personas al año.
Estas corresponden casi a la mitad de las muertes por cáncer de mujeres anuales (4,43 millones).
Alicia Aravena, directora ejecutiva del Observatorio del Cáncer, opina que uno de los principales desafíos a nivel mundial cuando se habla de cáncer y género es el siguiente:
“Casi siempre se hace hincapié en los cánceres femeninos, como el de mama o de cuello uterino, pero la incidencia de cáncer colorrectal o de pulmón en mujeres también es alta”.
A juicio de Aravena, estas imágenes que están instaladas en la sociedad sobre los tipos de cáncer y el género hacen que muchas mujeres mantengan conductas de riesgo para múltiples tipos de cáncer, debido a que no los asocian a su género.
“Por lo tanto, nos parece súper atingente y apropiado incorporar esta perspectiva de género en el cáncer, que permita cerrar las distintas brechas que existen, como por ejemplo en educación y prevención”.
Las distintas barreras que provocan esta brecha
El equipo interdisciplinario de The Lancet exploró estas interrogantes y llegó a una conclusión significativa: las disparidades de género, ya sea en términos económicos, de cuidados o de violencia, representan grandes obstáculos en la batalla contra el cáncer.
La primera barrera identificada es de naturaleza económica, donde las mujeres, aún siendo las principales responsables de las labores domésticas, a menudo carecen de acceso a servicios sanitarios debido a la informalidad de su empleo.
Este factor conduce a diagnósticos más tardíos especialmente en mujeres de entornos desfavorecidos, quienes enfrentan limitaciones de reacción y recursos económicosy para afrontar los tratamientos, aspecto a menudo subestimado en los estudios sobre el cáncer.
También se destaca la preocupación por el temor al abuso sexual durante las consultas médicas.
Numerosas mujeres han experimentado tocamientos o violaciones durante citas médicas, lo que lleva a muchas pacientes a evitar dichas consultas tras conocer testimonios similares de familiares o amigas.
Se observa un caso alarmante en la discrepancia significativa entre colonoscopias incompletas en mujeres, en comparación con hombres, siendo este un fenómeno más que anecdótico.
Además, la investigación aborda las barreras culturales y la falta de educación sanitaria en entornos rurales, destacando la diversidad en América Latina y la necesidad de desmentir mitos sobre tratamientos como la quimioterapia o la radiología.
En países con bajos índices de desarrollo humano, se registra un alarmante 72% de muertes por cáncer prematuras, cifra que disminuye casi a la mitad en naciones con ingresos medios y altos.
Con el objetivo de cerrar estas brechas, es esencial promover una mayor conciencia sobre la importancia de la detección temprana en mujeres, así como abogar por mejoras en los sistemas de salud que garanticen un acceso equitativo a pruebas y diagnósticos.
Al hacerlo, no solo avanzamos hacia la igualdad de género en la atención médica, sino que también brindamos a las mujeres la oportunidad de enfrentar el cáncer con la fortaleza que merecen desde el principio de su diagnóstico.
Como Observatorio del Cáncer las invitamos en este mes a reflexionar sobre las brechas que enfrentamos las mujeres en el área de la salud y a apoyar iniciativas que se enfoquen en abordar estas disparidades.