El cáncer cérvico uterino, una enfermedad que afecta el cuello del útero, sigue siendo una preocupación de salud global.
Aunque es prevenible y tratable en sus etapas iniciales, la falta de conciencia y acceso a la atención médica adecuada continúan siendo desafíos significativos.
En esta nota, exploraremos la realidad del cáncer cérvico uterino, destacando la importancia de la prevención, la detección temprana y las esperanzas asociadas con los avances en la medicina.
Epidemiología y factores de riesgo
El cáncer cérvico uterino es causado principalmente por infecciones persistentes del virus del papiloma humano (VPH).
Factores de riesgo adicionales incluyen el tabaquismo, inmunodeficiencias y antecedentes familiares.
A nivel mundial, es una de las principales causas de mortalidad femenina, afectando desproporcionadamente a comunidades con limitado acceso a servicios de salud.
Situación actual en Chile
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (Deis), hasta mayo del 2023 se registraron 743 muertes en 2021 y 791 en 2022.
Solo durante los primeros cinco meses de 2023 ya se registraban 342 mujeres fallecidas (Vergara240).
Según la información presentada en el “Seminario sobre cáncer cervicouterino”, organizado por el Foro Nacional del Cáncer en octubre de 2022, Chile tiene una cobertura nacional del 43% de esta patología.
Con respecto a la cobertura del PAP cada tres años, según la información aportada por el Departamento de Control de Gestión y Calidad y División de Atención Primaria, es posible evidenciar una constante disminución de los exámenes preventivos en mujeres de 25 a 64 años (Vergara240).
Marta Prieto, integrante del Comité Asesor del Observatorio del Cáncer y miembro del Comité Científico del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, señala que para observar una disminución significativa en la mortalidad, es necesario que la cobertura alcance aproximadamente el 80% y se mantenga en ese nivel.
La única ocasión en que Chile estuvo cerca de alcanzar ese porcentaje fue hace una década, cuando la cobertura llegó al 70% en mujeres de 25 a 64 años, afirma Prieto.
La disminución de la cobertura, pasando de un 70% a un 43%, se atribuye a una compleja combinación de factores sociales.
La matrona Marta Prieto sostiene que la falta de conciencia y promoción a través de campañas en medios masivos dirigidas a la población, así como la presencia de mitos y desinformación sobre el examen, especialmente entre las mujeres en situación de riesgo, son los factores predominantes.
Esta situación se refleja en la encuesta CASEN 2015-2017. Prieto advierte que la baja cobertura de pacientes tendrá consecuencias en la mortalidad en los próximos ocho años.
Importancia de la vacunación contra el Virus Papiloma Humano
La vacunación contra el VPH ha demostrado ser una herramienta eficaz en la prevención del cáncer cérvico uterino.
Administrada a edades tempranas, esta vacuna no solo protege contra el VPH, sino que también reduce las tasas de lesiones precancerosas y, por ende, el riesgo de desarrollar cáncer.
Detección temprana y exámenes preventivos
Las pruebas de detección, como la citología (Papanicolaou) y la prueba del VPH, son esenciales para la detección temprana.
Un diagnóstico precoz aumenta significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso y reduce la necesidad de intervenciones invasivas.
Esperanzas en la investigación y tratamiento
La investigación continua ha llevado a mejoras en los tratamientos, desde la cirugía hasta la radioterapia y la quimioterapia.
Además, el desarrollo de terapias dirigidas ofrece nuevas esperanzas para pacientes con casos avanzados.
Educación y concientización
La educación y la concientización son clave en la lucha contra el cáncer cérvico uterino.
Campañas que promuevan la importancia de las pruebas de detección, la vacunación y el acceso a la atención médica son fundamentales para cambiar la narrativa y reducir la incidencia de esta enfermedad.
El cáncer cérvico uterino es una realidad global que requiere una respuesta colectiva.
A través de la prevención, la detección temprana y el acceso equitativo a la atención médica, podemos abordar este desafío de manera efectiva.
Al elevar la conciencia y fomentar la investigación, podemos trabajar hacia un futuro donde el cáncer cérvico uterino sea una amenaza mucho menos prevalente y donde la esperanza supere a la adversidad.