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Especialistas advierten que a causa de la pandemia por el Covid-19 muchas intervenciones han sido postergadas. Una de ellas, las reconstrucciones mamarias para mujeres que sufren cáncer.
Por Observatorio del Cáncer
Hasta hace dos años, el porcentaje de mujeres que accedían a una operación para reconstruir sus mamas después de una extirpación total o parcial a causa de cáncer de mama, alcanzaba al 10 % del total. Una de cada diez pacientes accedió a esta intervención.
Una cifra que se mantiene en caída libre según los especialistas que están cerca de estos procedimientos.
Reconstrucción, más que necesaria.
La Doctora Claudia Albornoz es cirujana plástica y se dedica a intervenciones reconstructivas en mujeres con cáncer de mama.
Por su labor, tiene la visión de lo que ocurre en el sector público y el privado. Por eso el valor de su opinión en esta materia. Lo que piensa sobre las consecuencias de la pandemia centra nuestra preocupación:
“En la mayoría de los Hospitales en que se operaron pacientes con cáncer de mama, no se realizaron reconstrucciones inmediatas (al mismo tiempo de la mastectomía) y las reconstrucciones diferidas (después de la mastectomía) o segundos tiempos de reconstrucción fueron suspendidas por la situación epidemiológica”.
Dra. Claudia Albornoz, cirujana plástica
Reconstructiva y Estética
Las autoridades de salud se mantienen alertas a las atenciones no Covid-19 que han sido suspendidas o pospuestas en el período de pandemia. En el caso de las reconstrucciones mamarias el escenario es aún más adverso. Si no se hacía en tiempos normales, menos en época de crisis sanitaria.
El tiempo es clave
Una mujer que sufre la pérdida de parte o de una de sus mamas no sólo sufre las consecuencias de esa intervención en lo físico, los daños también afectan al plano emocional.
Claudia Albornoz asegura que lo recomendable es hacer la reconstrucción en la misma cirugía de extirpación:
“Sí, desde todo punto de vista es lo más recomendable. Los resultados estéticos son mejores y las pacientes no se ven enfrentadas a estar un tiempo sin mama, que puede ser devastador para la salud mental, la autoestima y la calidad de vida”.
La especialista agrega que “la mastectomía tiene un efecto muy importante en la salud mental y la calidad de vida de las mujeres. Las pacientes refieren no sentirse completas, sienten mucha vergüenza, se sienten inseguras social y sexualmente. Es por eso que la reconstrucción mamaria es tan importante, para que las pacientes puedan volver a su vida normal y sentirse bien lo antes posible”.
Los tiempos de espera en el sector público no están normados. Aunque la reconstrucción está en las garantías AUGE, no se establece un período concreto para su realización.
La doctora Albornoz afirma que las atenciones varían según la institución de salud:
“El tiempo que demora una paciente en tener una reconstrucción en el sistema público es variable. Hay servicios en los que sí se les ofrece en forma inmediata y otros en los que pueden pasar muchos años esperando. Las pacientes que no han podido recibir su reconstrucción pueden poner un reclamo en Fonasa y ser derivadas a un prestador secundario del GES, como por ejemplo, el Hospital de la Universidad de Chile, en el que hemos podido ayudar a varias pacientes del sistema público a través de los convenios con Fonasa”, afirma la doctora Claudia Albornoz.[/vc_column_text][vc_column_text][/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
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