El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que se origina en los tejidos de los pulmones; puede comenzar en diferentes partes de estos órganos y se divide principalmente en dos categorías:
1. Cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP): Este es el tipo más común de cáncer de pulmón y representa aproximadamente el 85% de todos los casos.
Incluye varios subtipos, como el carcinoma de células escamosas, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes.
2. Cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP): Este tipo es menos común pero tiende a crecer y propagarse de manera más agresiva que el CPCNP.
Los factores de riesgo más significativos para el cáncer de pulmón son el tabaquismo y la exposición al humo del tabaco.
Sin embargo, el cáncer de pulmón también puede desarrollarse en personas que nunca han fumado, a menudo debido a la exposición a carcinógenos ambientales, como la exposición pasiva al humo del tabaco, la exposición ocupacional a sustancias químicas o la exposición a la contaminación del aire.
Relación entre el cáncer de pulmón y la mujer
Estudios actuales demuestran que la incidencia de este cáncer en mujeres ha ido aumentando exponencialmente con los años, con un 80% de crecimiento desde 1980.
Si bien esto tiene que ver con el aumento en mujeres fumadoras, existe un alto porcentaje de mujeres diagnosticadas con cáncer de pulmón que nunca han tomado un cigarrillo.
Durante el año 2020, en Chile, murieron más de 3.500 personas por cáncer de pulmón siendo el cáncer que más muertes produjo en el país, seguido por el de estómago, próstata, colon, páncreas y mama, de acuerdo a cifras de GLOBOCAN, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud.
Los síntomas del cáncer de pulmón pueden variar según la persona, pero pueden incluir:
– Tos persistente.
– Dificultad para respirar.
– Dolor en el pecho.
– Tos con sangre.
– Pérdida de peso inexplicada.
– Fatiga.
– Infecciones respiratorias recurrentes.
En el caso de las mujeres, se ha detectado que son más propensas a sentir fátiga por sobre los otros síntomas de manera más persistente y precoz.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza a través de pruebas de imagen, como radiografías de tórax y tomografías computarizadas (TC), así como mediante biopsias para analizar las células cancerosas.
El tratamiento del cáncer de pulmón depende del tipo y la etapa del cáncer.
Las opciones de tratamiento incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas y la inmunoterapia.
La detección temprana y un enfoque multidisciplinario en el tratamiento son fundamentales para mejorar las perspectivas de los pacientes con cáncer de pulmón.
El cáncer de pulmón es una enfermedad seria, pero la detección temprana y los avances en el tratamiento han mejorado las tasas de supervivencia en algunos casos.
La prevención, incluida la cesación del tabaquismo y la reducción de la exposición al humo del tabaco y a factores ambientales de riesgo, es esencial para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.