Conoce la relación entre las enfermedades cardiovasculares y el cáncer

En Chile, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares encabezan el ranking de las causas de muerte en el país. Pero además de su relación en el alto impacto sobre la mortalidad y morbilidad en la población, ¿existe algún otro vínculo entre ellas?

Los expertos en salud manifiestan que hay conexiones entre ambas enfermedades, ya que aquellas personas con hipertensión, arritmia, insuficiencia cardíaca u otras enfermedades relacionadas al corazón, son más propensas a desarrollar cáncer.

Por otra parte, los pacientes que han recibido medicamentos oncológicos o radiación tienen un mayor riesgo de experimentar daño al corazón.

En este sentido, se calcula que un tercio de los pacientes oncológicos pueden desarrollar complicaciones cardiovasculares, por lo que se ha desarrollado una disciplina que se denomina Cardio-Oncología, para tratar de predecir y ayudar al tratamiento de estos pacientes con cáncer que experimentan problemas cardíacos.

 

¿Qué es la Cardio-Oncología?

La cardio-oncología es una especialidad médica que se ocupa de la evaluación y el manejo de los problemas cardiovasculares en pacientes que han sido diagnosticados con cáncer o que están recibiendo tratamientos para el cáncer. Los avances en la detección temprana y el tratamiento del cáncer han llevado a un aumento en la supervivencia de los pacientes con cáncer, pero también han resaltado la importancia de abordar los efectos secundarios cardiovasculares que pueden surgir como resultado de los tratamientos oncológicos.

Los tratamientos para el cáncer, como la quimioterapia, la radioterapia, las terapias dirigidas y los inhibidores de checkpoint inmunológico, pueden afectar negativamente al sistema cardiovascular. La cardio-oncología se centra en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estas complicaciones cardiovasculares en pacientes con cáncer. Algunas de las áreas que abarca la cardio-oncología incluyen:

  1. Evaluación del riesgo cardiovascular: Los pacientes con cáncer pueden tener factores de riesgo cardiovascular preexistentes o desarrollarlos durante el tratamiento. La cardio-oncología evalúa estos riesgos y trabaja en estrategias para prevenir enfermedades cardiovasculares.
  2. Monitorización: Se realiza un seguimiento regular de la función cardiovascular durante y después del tratamiento oncológico para detectar cualquier cambio o efecto adverso en el corazón y los vasos sanguíneos.
  3. Tratamiento de efectos secundarios: La cardio-oncología se ocupa de manejar problemas como la insuficiencia cardíaca, las arritmias y la hipertensión que pueden surgir como efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
  4. Coordinación multidisciplinaria: La cardio-oncología implica una colaboración estrecha entre oncólogos, cardiólogos y otros especialistas para brindar un enfoque integral en el cuidado de los pacientes.
  5. Orientación sobre el estilo de vida: Se brinda orientación sobre cómo llevar un estilo de vida saludable, que incluye una dieta adecuada, actividad física y hábitos de sueño para mantener la salud cardiovascular.
  6. Investigación: La cardio-oncología también se involucra en investigaciones para comprender mejor los efectos cardiovasculares de los tratamientos oncológicos y desarrollar enfoques más efectivos para prevenir y manejar estas complicaciones.

La cardio-oncología es fundamental para garantizar que los pacientes con cáncer reciban una atención integral y personalizada que aborde tanto sus necesidades oncológicas como sus preocupaciones cardiovasculares.

 

Qué se ha investigado respecto la relación enfermedades cardiovasculares – cáncer

En 2018, un estudio de Meijers y cols, mostró que la insuficiencia cardíaca post-infarto contribuye significativamente al desarrollo del cáncer de colon.

Este estudio también sugiere que el crecimiento tumoral podría producirse por factores secretados por el corazón insuficiente, abriendo un amplio grupo de posibilidades de investigación para el desarrollo de estrategias deseguimiento y tratamiento del cáncer en pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Los distintos lazos que unen la enfermedad cardiovascular y el cáncer dejan de manifiesto la importancia de los hábitos de vida saludables y el control estricto de los factores de riesgo que se vinculan a ambas patologías, como el consumo de tabaco, alcohol, sedentarismo, entre otros.

Asimismo, estas enfermedades comparten la trascendencia de la intervención precoz, ya que inciden directamente en la mejor calidad y tasa de sobrevida de los pacientes.

Finalmente, la evaluación y tratamiento multidisciplinar en la salud toman mayor relevancia, al demostrarse que muchas patologías se relacionan y su tratamiento conjunto presenta mejores resultados.

De esta manera se optimiza las terapias ofrecidas a los pacientes, se otorga una atención integral, se reducen los tiempos de diagnóstico y se mejora la percepción de las personas durante su intervención médica.

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