La radiología y su aporte en la reducción del cáncer

El 8 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Radiología, debido al aporte de esta especialidad en la salud de las personas desde su invención.

En 1985, Wilhelm Conrad Roentgen descubrió la existencia de los Rayos X a través de un experimento, y desde entonces se han usado para detectar distintas patologías que el ojo humano no podía ver en ese tiempo.

Gracias a estos rayos (y otros tipos que han sido implementados con el tiempo), los cánceres han podido tener un diagnóstico, tratamiento y seguimiento más desarrollado.

En este día de la radiología, les presentamos algunos aspectos fundamentales en los que ha contribuido en la lucha contra esta enfermedad:

1. Detección temprana:

Las técnicas de imagen radiológica, como la mamografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), permiten la detección temprana de tumores.

Esto es esencial para identificar el cáncer en sus etapas iniciales cuando es más tratable y las posibilidades de cura son mayores.

2. Estadificación:

La radiología ayuda a los médicos a determinar la extensión del cáncer en el cuerpo, un proceso llamado estadificación.

Esto es crucial para decidir el plan de tratamiento más adecuado.

3. Guía para biopsias y procedimientos:

Los procedimientos radiológicos, como la ecografía y la imagen por resonancia magnética, se utilizan para guiar biopsias y procedimientos quirúrgicos.

Esto permite a los médicos obtener muestras precisas y realizar intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas.

4. Planificación del tratamiento:

La radiología es esencial para la planificación del tratamiento de radioterapia.

Las imágenes por TC y RM ayudan a definir con precisión la ubicación y la forma del tumor, lo que permite la administración precisa de la radiación.

5. Evaluación de la respuesta al tratamiento:

Durante el tratamiento, las imágenes radiológicas se utilizan para evaluar la respuesta del tumor a la quimioterapia, la radioterapia u otras terapias.

6. Seguimiento a largo plazo:

Después del tratamiento, la radiología es fundamental para el seguimiento a largo plazo.

Las imágenes periódicas permiten a los médicos detectar cualquier signo de recurrencia del cáncer.

7. Investigación y desarrollo:

La radiología sigue evolucionando con avances tecnológicos, como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT-CT).

Estas tecnologías permiten una visualización aún más detallada y funcional del cáncer, lo que es útil tanto para la investigación como para el tratamiento clínico.

En resumen, la radiología ha revolucionado la forma en que diagnosticamos y tratamos el cáncer.

Ha permitido una detección temprana, un diagnóstico preciso, una planificación de tratamiento efectiva y un seguimiento a largo plazo, todo lo cual es esencial para mejorar las perspectivas de las personas afectadas por esta enfermedad.

 

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