Como muchas mujeres de su país, Jacqueline Suasnabar llegó a Chile buscando un mejor futuro para ella y su familia. Nunca pensó que en un país extranjero le diagnosticarían cáncer de mama. Reconoce que llegó tarde a la consulta médica y que eso influyó en los resultados. “El tiempo es tan limitado, el trabajo no da tiempo. Yo me digo que si hubiera parado y me hubiera dicho, tengo que hacerme un examen, habría llegado antes del grado 4”. Así, Jacqueline se refiere a la etapa en que el cáncer de mama le fue diagnosticado. Avanzado. Tanto así, que debieron extirparle la mama y todos los ganglios.
Hoy se siente recuperada y agradecida, aunque cree que hay cosas que debieran mejorar: “concientizar a todos los gobiernos, dar más posibilidades, abrir más campos, que los hospitales no tengan más listas de espera, que corramos tras los pacientes, la tecnología médica, y todos los recursos… ese es mi deseo por si algún día no estoy”